Micaela Madueño
Operación Sonrisa es una organización social que busca ayudar a los infantes que no cuentan con las oportunidades para tratar la fisura labial y/o paladar hendido. Cada niño merece atención quirúrgica y tratamiento médico excepcional, esta forma de pensar es la que lleva a la ONG a garantizar el cuidado de los pacientes y brindarles la mejor atención y recuperación posibles. OPS tiene ya 23 años de experiencia en el país, cuenta con 88 programas quirúrgicos locales, en donde ha logrado realizar 6,331 cirugías.
Participar en Operación Sonrisa me ha enseñado, aprovechar nuestro rol en la sociedad como personas privilegiadas, y, a invertir nuestro tiempo y deseo, en la población infantil que no solo carecen de los recursos necesarios para vivir, sino que también, han nacido con una discapacidad que les dificulta la ingesta de alimentos y retrasa el habla/lenguaje. Por esta razón, tratar esta condición es vital en los primeros años de vida.
Misión mujeres ha sido una experiencia muy significativa, puesto que me ayudó a entablar vínculos con los pacientes y sus familias, pude ver, cara a cara, la realidad de su pobreza y, al mismo tiempo, sentir la gratitud de las madres y la curiosidad de los pequeños al ver la diferencia en sus rostros y sonrisas. Definitivamente, te cambia la vida, ver como las acciones que tomamos pueden salvar un futuro de complicaciones.
Es allí donde conocí a Meysi, una niña de tan solo 4 años, poseedora de una creatividad infinita quien se distrae del dolor que siente tras la operación pintando y coloreando su booklet de princesas, para ello solo utiliza colores y plumones. Ella es una niña muy valiente y obediente, decían, ni había llorado, y aunque sentía curiosidad por cómo había cambiado su rostro, cuidaba de no tocarse el área operada. En ese momento, percibí gran felicidad en su madre, me comentó que algunos niños se habían enfermado, y que no podrían operarse por la tos, temía que, este fuera el caso de su hija, por suerte, el miedo por la salud de Meysi ya se había acabado.
Sin embargo, nuestro trabajo no acaba aquí, pues muchos de los pacientes no son de Lima; me enteré, de que provenían de provincias de la selva y sierra, razón por la cual, les había costado venir a Lima, y ahora, se les dificultaba regresar a sus pueblos. Meysi estaba alejada de su padre y de su hermano, quienes la esperaban en Iquitos, se tendrían que quedar en Lima hasta encontrar el dinero para regresar. Espero que lo haya podido hacer.
Por niñas y niños como Meysi, que necesitan operaciones, que necesitan el dinero para regresar a sus casas, que necesitan la tranquilidad. Por pacientes como ella, debemos unirnos y realizar un cambio!
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